Después de las últimas dos subidas trimestrales del precio de un 6% y de un 8,5%, el próximo semestre también será testigo de una subida que podría situarse en el 10%. Es la previsión del consultor inmobiliario Eduardo Molet, que confiesa que estamos asistiendo a una situación inédita en las últimas dos décadas: poco stock, regateos al alza, más demanda… “Hace 20 años que no veía nada igual: estamos recibiendo ofertas muy por encima del precio de mercado por viviendas que ya están señalizadas, y gente que da la paga y señal por una vivienda sin haberla visitado”.
Aunque Molet descarta que estemos ante una burbuja inmobiliaria similar a la que se vivió hasta 2008, la realidad es que las circunstancias actuales están disparando los precios y la demanda de vivienda muy por encima de lo previst. “Estamos viviendo un boom, no una burbuja, que está muy relacionada con la demanda embalsada que provocó el parón de la COVID, y que está alimentando un coctel que tiene como principales ingredientes un subida de los tipos de interés, la falta de suelo urbanizable, la escasez y encarecimiento de los material para la construcción, y un mayor interés de los inversores en los activos inmobiliarios.
Las hipotecas dicen adiós a los tipos bajos
“Se acabó poder contratar una hipoteca con un tipo de interés fijo por debajo del 1%. La evolución del Euribor, que viene determinada por las subidas de tipos del BCE, marca una nueva etapa que se prolongará mientras la inflación siga descontrolada. Ante esta situación, la demanda de vivienda se está disparando para conseguir cerrar la concesión de las hipotecas antes de que los tipos de interés sean más altos”.
Sin suelo urbanizable
“No hay stock de vivienda nueva porque apenas queda suelo urbanizable en España. Si no se libera más suelo, en ciudades como Madrid podríamos quedarnos sin terrenos para la construcción de viviendas de aquí a finales de año”.
Menos materiales y más caros
“La invasión de Ucrania está afectando a todos los sectores económicos internacionales, y la vivienda no se libra. Escasean los materiales necesarios para la construcción de la vivienda, lo que está haciendo que los pocos que hay se vendan cada vez más caro, y esto acaba repercutiendo en un encarecimiento de precio final de la vivienda. Además, la pandemia creó mucha incertidumbre, se proyectaron pocas obras en España. Esto sumado a la escasez de material y su elevado precio, hace difícil a constructores y promotores proyectar vivienda nueva”.
La vivienda como inversión refugio
“Los inversores vuelven a apostar por activos seguros como el mobiliario. No quieren fondos, jugar en la Bolsa o dejarlo en el banco, así que invierten en vivienda”.
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