El mercado español del automóvil consolida su viraje hacia el vehículo de ocasión (VO): entre enero y julio se transfirieron 1.385.000 usados frente a 708.000 nuevos, prácticamente el doble, según las cifras de Ideauto. La tendencia no es coyuntural: en 2024 el ratio vehículo de ocasión/vehículo nuevo se situó en 2,1. En este escenario y con un parque cada vez más envejecido (14,5 años de media), la presión sobre el mantenimiento se intensifica y los recambios reutilizados emergen como palanca para contener costes, reducir residuos y alargar la vida útil de los vehículos.
“El coche más sostenible es el que ya existe y puede seguir circulando. En un contexto de precios sensibles y mayores exigencias medioambientales, el recambio recuperado aporta eficiencia sin renunciar a la calidad ni a la trazabilidad”, señala Jan Amat, consejero delegado de Recomotor, plataforma especializada en la recuperación, reacondicionamiento y distribución de piezas con garantía. La compañía trabaja con una red de más de 18.000 talleres conectados y reporta ahorros de hasta el 60% frente al repuesto nuevo en operaciones comparables.
UN MODELO CIRCULAR QUE YA ES NORMA

El sector no avanza solo por impulso del mercado: también lo hace por exigencias regulatorias. El Real Decreto 265/2021 fija que al menos el 95% en peso de un vehículo debe destinarse a valorización y un 85% a reutilización y reciclado, reforzando la obligación de preparar para la reutilización piezas como motores, transmisiones o componentes electrónicos.
Además, solo los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) pueden extraer y comercializar recambios con trazabilidad y garantía. Desde Recomotor recuerdan que talleres y clientes deben verificar siempre que las piezas recuperadas procedan de un CAT, mediante sello, trazabilidad, garantía y referencia homologada.
A escala europea, la Directiva del derecho a reparar, aprobada en 2024 por el Parlamento Europeo, da un espaldarazo a esta tendencia al obligar a promover la reparación frente a la sustitución, un principio que encaja de lleno con la propuesta de valor del recambio recuperado.
Por su parte, la Ley 7/2021 de Cambio Climático obliga a implantar Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en municipios de más de 50.000 habitantes (y otros supuestos), lo que eleva la demanda de componentes de control de emisiones (catalizadores, filtros de partículas-DPF o sondas NOx) para mantener vehículos en regla y extender su vida útil.
DEL PRECIO A LA SEGURIDAD: POR QUÉ CRECE EL RECAMBIO REUTILIZADO
Según cálculos de Recomotor, el 95% de las partes de un coche son recuperables, incluyendo elementos de alto valor como motores, transmisiones y componentes electrónicos. La compañía estima que un motor reacondicionado evita la emisión de hasta 350 kilos de CO₂ frente a la producción de uno nuevo, mientras que una caja de cambios recuperada puede suponer hasta 150 kilos menos de emisiones.
El factor económico es igualmente decisivo: los recambios recuperados permiten ahorros de hasta el 60% frente a la pieza nueva. Un ejemplo práctico: en la reparación de un turismo diésel Euro 6, el presupuesto para sustituir el motor con una pieza nueva ascendía a 4.800 euros. A través de Recomotor, el taller pudo acceder a un motor reacondicionado certificado, con la misma referencia y garantía, por 2.000 euros, entregado en un plazo de 48 a 72 horas. El cliente final consiguió así un ahorro cercano al 58%, sin renunciar a la seguridad ni a la cobertura del repuesto.
“Cada motor o caja de cambios recuperado supone un doble beneficio: reducimos las emisiones ligadas a la fabricación de piezas nuevas y evitamos que componentes válidos se conviertan en residuo. La movilidad sostenible no pasa únicamente por electrificar el parque, sino por reparar con inteligencia el que ya tenemos”, señala el CEO de Recomotor.
TALLERES Y ASEGURADORAS, PALANCA DEL CAMBIO
El taller es actor clave del nuevo modelo circular: prescriptor técnico, garante de seguridad y punto de verificación de la trazabilidad. En siniestros y averías fuera de garantía, las aseguradoras ya integran piezas recuperadas con garantía para acortar plazos de inmovilización y optimizar el coste por expediente, especialmente en mecánica pesada (motores, transmisiones) y electrónica de confort/seguridad.
No obstante, al elegir un recambio recuperado conviene fijarse en algunos aspectos básicos. El primero es el origen: solo los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) pueden extraer y preparar piezas con todas las garantías legales. Después está la trazabilidad, que asegura que la pieza cuenta con su referencia OEM, historial y etiquetado de procedencia.
También es importante exigir una garantía por escrito, igual que con un repuesto nuevo, y comprobar la compatibilidad a través del número de bastidor (VIN) y una diagnosis previa y posterior. Finalmente, la formación y la digitalización de los talleres marcan la diferencia: permiten localizar piezas de forma rápida, segura y con todas las garantías para alargar la vida de los vehículos.
Recomotor acompaña a su red con formación técnica sobre criterios de reutilización segura, procedimientos de montaje y cumplimiento normativo, y con una plataforma que agrega stock de recambio recuperado en tiempo real. El objetivo: minimizar tiempos de espera, evitar errores de referencia y garantizar entrega en los plazos comprometidos.
“El VO seguirá tirando de la posventa y el recambio reutilizado va a ser la pieza que cierre el círculo: ayuda al bolsillo, cumple con ZBE y reduce residuos. Nuestra misión es que cada taller tenga a un clic el recambio legal y con garantía que necesita”, asegura Jan Amat.