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La finalidad de una cata profesional es degustar varias cervezas para analizar sus aromas, aspecto, sabores, calidad y sensación general; el objetivo de los aficionados es aprender y pasar un buen rato.
Hacer una cata de cervezas en casa es uno de los planes más sencillos y divertidos para disfrutar de la cerveza en compañía de amigos o de la familia. Y si aprendemos algo sobre cerveza por el camino, pues mejor que mejor. Una cata no es un ejercicio para expertos sino un “ritual” que podemos practicar en nuestro día a día para tener una opinión sobre una nueva cerveza. Únicamente, lo aconsejable, es aprender los pasos de ese “ritual” para poder identificar mejor los detalles de cada cualidad del producto.
La temporada estival concentra un tercio del consumo de cerveza en España, según Cerveceros de España (asociación de productores de cerveza de España). Ahora que comienzan los días calurosos, Birrabox, el club cervecero con suscripción tipo Netflix, nos proporciona las claves sobre cómo hacer una cata de cerveza para encontrar nuestras favoritas de este verano.
Las catas informales que este club de amantes de la cerveza propone son perfectas para aprender los conceptos más básicos e introducirse en el maravilloso mundo cervecero. Este tipo de catas se desarrollan en ambientes mucho más distendidos que las catas técnicas y los pasos a seguir son siempre los mismos. El fin no es clasificar cervezas entre buenas y malas sino poder describir y diferenciar matices, debilidades y fortalezas de cada bebida mientras se disfruta de un buen rato. Esto nos permitirá aprender sobre cervezas y compartir conocimientos.
Esta pequeña guía de 3 etapas – fase visual, fase olfativa y fase gustativa – de Birrabox, nos ayudará a seguir un “ritual” que nos irá desvelando matices y detalles de cada cerveza en 5 pasos:
- Podemos probar una sola cerveza o varias para compararlas entre sí. En caso de que la cata sea de más de una, los expertos de Birrabox aconsejan empezar por la más flojita, de menor graduación, para finalizar con la que tiene más alcohol. “Comenzar con la más suave nos ayudará a darle valor a cada una de ellas. Si comenzamos con la más fuerte, nos marcará tanto su sabor que las posteriores se nos quedarán cortas. No obstante, el mundo de la cata de cerveza es muy abierto y flexible y hay quienes prefieren otro orden, por ejemplo la temperatura recomendada por el fabricante o la complejidad del estilo”, explica Miquel Vila, socio fundador de BirraBox.
FASE VISUAL
- Para disfrutar al máximo de una cerveza es imprescindible servirla en vaso o en copa de cristal que nos permita observarla a contraluz. Birrabox desmitifica el mito del botellín, muy defendido por las marcas más comerciales. Tenerla en un vaso o copa de cristal nos permitirá un primer análisis: el visual. En esta primera etapa, una vez servida la cerveza en la copa formando una capa de espuma de unos 2,5 centímetros, hay que observar el color (blanco, amarillo, rojizo, marrón, negro…), la turbidez (cristalina, velada, clara, turbia…), burbujas (baja, media, alta) y la espuma (tamaño, textura, color, persistencia…). De esta forma tendremos información sobre sus ingredientes y la carbonatación. También hay que agitar el vaso o copa para observar lo conocido como “Encaje Belga”, es decir, el rastro que deja en el cristal.
FASE OLFATIVA
- Tras un nuevo movimiento, debemos olerla. Podemos encontrar aromas a malta, lúpulo, frutas, flores, especias, alcohol… “Al inhalar varias veces, debemos concentrarnos en su olor. Con la práctica iremos notando nuevos matices. Las catas con amigos en casa serán el mejor maestro para detectar los diferentes aromas y cuanto más se prueba, más se sabe y mejor saben.”, asegura Vila. “Una buena cerveza no hay que tomarla congelada. Es más, la temperatura es un detalle que no debemos menospreciar ya que cada estilo es aconsejable que se sirva a una temperatura determinada. Eso sí, para combatir el calor que esté fresquita será siempre un buen aliado”, añade.
FASE GUSTATIVA
- Primer sorbo. Para notar la presencia en boca es importante que la cerveza entre en contacto con labios, paladar, encías, dientes y toda la lengua. Así notaremos los sabores primarios, secundarios y el retrogusto. Descubriremos sabores dulces, amargos (ausente, bajo, medio, alto), a malta (dulce, tostado, caramelo…), lúpulo (cítrico, herbal, terroso…), alcohol (ligero, intenso, vinoso…), etc.
- Seguir disfrutando. A continuación, podemos dar un nuevo trago para descubrir si algunas sensaciones varían. “Algunos detalles pueden ir cambiando según avanzamos bebiendo nuestra cerveza. Influyen la temperatura, el tiempo abierta, el movimiento que hagamos con el vaso…”, afirma Jordi Garcia, Socio fundador de Birrabox.
Para educar al paladar, hay que probar así que Birrabox propone una suscripción tipo Netflix o Amazon Prime, con fondo educativo y desde casa. Cada mes, los expertos de Birrabox ofrecen una nueva experiencia sensorial para catar nuevas cervezas y aprender sobre sus curiosidades, marca, elaboración, sabor u orígenes. Los socios reciben en casa 6 cervezas con sus fichas de cata elaboradas por expertos, pues el objetivo principal es aprender y disfrutarlas a partes iguales. Nunca repiten porque su máxima es aprender más y más ya que su lema es que ‘la mejor cerveza es la que aún no has probado’.
Desde que comenzó su actividad, Birrabox ha ofrecido más de 350 referencias de 40 países diferentes. Han dado a probar cervezas de Alemania, Bélgica, Turquía, China, Jamaica, Venezuela, Tailandia… pero sobre todo españolas. Algunas de ellas las han ofrecido en primicia y exclusividad ya que la única vez que se han distribuido en España ha sido a través de las cajas de BirraBox. En total más de 300 bodegas y cervecerías diferentes que van desde pequeños productores locales o brewerys artesanas famosas a nivel nacional (NaparBier, Arriaca o Guineu) hasta marcas internacionales (BrewDog, Rogue o Lagunitas).
Los socios de BirraBox han aprendido y probado más de 80 estilos distintos; desde las marcas más mediáticas como las famosas IPA’s o las cervezas de Abadía hasta las más clásicas como Lagers o cervezas de trigo, así como también algunos estilos más únicos y diferentes como cervezas lámbicas, ahumadas o Sour.