En un momento en el que cada vez más personas cuestionan el uso excesivo de protección solar y abogan por una exposición más natural al sol, lo que se conoce como “callo solar”, la marca de cosmética natural y ecológica Maminat reivindica que tomar el sol es necesario y saludable, siempre que se haga con responsabilidad y con las fórmulas saludables.
“La exposición solar moderada y progresiva es clave para la síntesis de vitamina D, el equilibrio hormonal y el bienestar general. Cuando pasamos largos periodos bajo el sol, la protección sigue siendo necesaria, y ahí es donde la elección del filtro importa.”, explica Natalia Olmo, fundadora de Maminat, marca de cosmética natural y ecológica.
La tendencia del “callo solar” y la importancia de la vitamina D
En los últimos meses, el concepto del “callo solar” —adaptar la piel de forma gradual al sol— ha ganado popularidad en redes sociales y espacios de bienestar. Maminat celebra que exista esta visión más libre y natural. “Hay gente que se pone protección solar en la cara para bajar sus bolsas de basura y eso es insano del mismo modo que exponerse al sol durante varias horas es un atentado a la salud”, explica la fundadora de la marca.
Estudios científicos han demostrado que el déficit de vitamina D afecta a una gran parte de la población, debilitando el sistema inmune y favoreciendo trastornos del ánimo. La exposición solar moderada, especialmente en las primeras horas del día, es la vía más eficaz y natural para mantener niveles saludables de esta vitamina.
Cuando el sol aprieta, protegerse es necesario
La marca de cosmética natural recuerda que una exposición solar prolongada, sin protección, puede generar daño oxidativo, fotoenvejecimiento y manchas. Pero no todos los protectores solares son iguales.
Los filtros químicos, que contienen ingredientes como la oxibenzona, el octinoxato o el octocrileno, han sido vinculados a efectos adversos en la salud (posibles disruptores endocrinos) y en el medio ambiente. Lugares como Hawái, Tailandia o las Islas Vírgenes de EE.UU. han prohibido su uso por su toxicidad para los corales.
Filtros físicos: la alternativa saludable y sostenible
“Apostar por filtros físicos o minerales como el óxido de zinc y dióxido de titanio sin nanopartículas es una garantía para nuestra salud y la de los corales”, explica Natalia Olmo. Este tipo de protección actúa reflejando la radiación solar sin penetrar en la piel, ofreciendo seguridad incluso para pieles sensibles. Además, no contamina los océanos ni pone en riesgo la biodiversidad marina.