Por un intento de llenar un vacío emocional, como una manera de disminuir la ansiedad o depresión, la comida se ha convertido en una forma más de satisfacer nuestros deseos más inmediatos, cuando en realidad tendría que ser para satisfacer principalmente nuestras necesidades energéticas. ¿Qué podemos hacer para sentirnos bien y mejorar nuestra relación con la comida? Alejandra Menassa de Lucia, médico internista y psicoanalista en miayuno.es explica cómo el ayuno nos puede ayudar a desarrollar una mejor relación con la comida y a conectar de nuevo con nuestro “yo”.
En un mundo cada vez más hiperconectado y hedonista es común que muchas personas experimenten una sensación de vacío emocional, provocada por diversas razones como el estrés, la falta de tiempo para uno mismo y una alimentación desequilibrada. Por lo que, el consumo brinda pequeñas felicidades a la población y es difícil no caer en la tentación de satisfacer de forma inminente nuestros deseos con cosas que no necesitamos pero que sí creemos que pueden llenar el vacío existencial que sentimos. Nada más lejos de la realidad: la acumulación no es el camino hacia la felicidad.
Por un intento de “llenar” un vacío emocional, como una manera de disminuir la ansiedad y/o depresión, es decir, como mecanismo de compensación, ahora la comida también se ha convertido en una salida para calmar nuestras emociones, cuando en realidad el objetivo de alimentarse es satisfacer nuestras necesidades energéticas y fisiológicas.
Dejar de llenarte para empezar a escucharte. Comer de forma consciente
Si la acumulación no parece el camino hacia la felicidad ¿qué podemos hacer para sentirnos bien y mejorar nuestra relación con la comida? “Es posible comenzar a hacer pequeños cambios en nuestro estilo de vida que nos ayuden, poco a poco, a comprendernos, escucharnos y alejarnos del ruido que nos impide pensar con claridad para devolvernos a nuestra esencia. Esto implica desapegarse de la idea de que la felicidad y el bienestar se encuentran en el consumo constante de productos, experiencias y, cómo no, también de la comida”, explica Alejandra Menassa de Lucia, médico internista y psicoanalista en miayuno.es.
La clave del enfoque de miayuno.es radica en la práctica de comer de forma consciente. Esta filosofía promueve la atención plena y la conexión con el proceso de alimentación, permitiendo a las personas apreciar cada bocado, saborear los alimentos y prestar atención a las señales de saciedad que envía el cuerpo. Al adoptar esta práctica, se fomenta una relación saludable con la comida y se evita el consumo excesivo, que a menudo es una respuesta al vacío emocional.
La industria alimentaria. La bioquímica de la frustración
La industria de la comida tampoco ayuda. El científico David Kessler, por ejemplo, señala cómo la combinación de ingredientes altamente palatables, la publicidad agresiva y el marketing de alimentos procesados ha contribuido al abuso de la comida y la obesidad en la sociedad moderna. Argumenta que la industria alimentaria ha diseñado estratégicamente alimentos con una combinación de sal, azúcar y grasa para maximizar su atractivo y crear una especie de adicción en las personas. Y es que, tanto el consumo excesivo de comida, compras y contenido innecesario en Internet nos proporciona una sensación rápida de bienestar, pero tiene un componente adictivo. Nos impulsa a repetir este comportamiento sin buscar un placer más profundo, lo que nos lleva a sentir una sensación de mediocridad. A pesar de tener muchas cosas, no las disfrutamos.
Ayuno. Una solución holística que aborda los aspectos físicos, emocionales y espirituales de la alimentación
Existen herramientas que nos permiten resetear nuestros comportamientos compulsivos y las dinámicas vitales de frustración y vacío que generan dichos comportamientos. Así, el ayuno puede ayudar a superar los comportamientos compulsivos y la sensación de vacío alrededor de la comida. Es una práctica ancestral utilizada para curar y restaurar el equilibrio en el cuerpo, por lo tanto, es una herramienta poderosa para mejorar la salud y la longevidad.
De hecho, el ayuno terapéutico activa la autofagia, un proceso que elimina y recicla las células dañadas. Esto promueve la regeneración celular y la salud del cuerpo. Además, el ayuno mejora la sensibilidad a la insulina y regula los niveles de azúcar en la sangre, beneficioso para personas con diabetes tipo 2. También reduce la inflamación, asociada con enfermedades como enfermedades cardíacas, cáncer y obesidad, ayudando a prevenirlas o controlarlas.
Y es que, al comer de forma consciente y conectarnos con nuestro ‘yo’ interior, podemos nutrirnos no solo físicamente, sino también emocional y espiritualmente. “Nuestro objetivo es ayudar a las personas a encontrar equilibrio y plenitud en todas las áreas de sus vidas”, añade Bellido.
Miayuno.es ofrece una amplia gama de recursos presenciales, como sus retiros y también online, como programas de alimentación consciente, meditaciones guiadas y artículos informativos. Además, la plataforma cuenta con una comunidad en línea donde los usuarios pueden compartir experiencias, recibir apoyo mutuo y participar en actividades grupales.
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