A pesar de que el transporte público sigue siendo una opción popular para muchas personas en España, en especial para los jóvenes, las ciudades también están invirtiendo en nuevas formas de movilidad, que pasan por el acceso a patinetes y bicicletas eléctricas en régimen de alquiler. Las autoridades municipales quieren que estas formas de movilidad urbana se sumen a su apuesta por un transporte público más eficiente en forma de trenes y autobuses eléctricos, así como la creación de carriles exclusivos para el transporte público.
En este contexto de apuesta clara por la sostenibilidad y la reducción al mínimo de las emisiones de CO2, las ciudades se enfrentan a un nuevo desafío en forma de regulación para garantizar la convivencia de estas nuevas formas de movilidad con otros vehículos o con los peatones. París ha prohibido los patinetes eléctricos de alquiler tras un referéndum popular en el que, a pesar de una abstención del 90%, la mayoría que sí ha participado ha votado a favor de prohibirlos, lo que obligará a las empresas de alquiler a retirar los 15 mil patinetes que se estima que tenían en circulación hasta ahora por las calles de París.
“El quid de la cuestión no está en si esta es una buena forma de transporte, de hecho no se prohíbe circular a los patinetes privados o particulares, sino en cómo se garantiza la correcta convivencia, especialmente con los viandantes, y en cómo se gestiona su presencia en el entorno urbano, algo que no estaban haciendo estas empresas de forma adecuada”, explican los expertos de swiss+go, ecommerce especializado en fotografía, vídeo, audio, electrónica y movilidad. Desde la firma creen que estas nuevas formas de movilidad seguirán aumentando en las calles de las principales ciudades de todo el mundo. “Hay que regular no solo por dónde deben circular los patinetes, sino también cómo se gestiona el acceso a ellos, su estacionamiento, etc., tal y como se hizo en su día con las bicicletas públicas y privadas”, apunta Marc Peñarroya, CEO de swiss+go.
La firma especializada en movilidad urbana señala una serie de tendencias y puntos clave como los principales impulsores del uso de los vehículos de movilidad personal o VMP: sostenibilidad, facilidad de acceso y uso, modas y tendencias, y el auge de las ciudades inteligentes.
Compromiso medioambiental
La creciente preocupación por la sostenibilidad ha llevado a una parte de la población cada vez mayor, especialmente a la generación Z y parte de los millennials, a incluir entre sus necesidades de compra requisitos como la ecología. “En cuestiones de movilidad, ponen especial atención en la facilidad de acceso, uso y en la sostenibilidad, y las bicicletas y patinetes eléctricos se imponen a otras formas de desplazamiento, como el coche eléctrico”, añaden desde swiss+go, que en los últimos 6 años ha visto cómo las ventas de estos VMP han subido por encima del 18%.
Facilitar desplazamientos
La creciente presencia del coche privado de los últimos años ha puesto en el punto de mira el acceso a las ciudades de los coches, y ya se ha regulado su circulación tomando como referencia su nivel de emisiones de CO2, al número de pasajeros o los niveles diarios de contaminación. Esta situación, unida al aumento de atascos o la dificultad para encontrar aparcamiento, ha hecho que los vehículos de movilidad personal estén en auge. En este caso, los usuarios de VMP coinciden con dos perfiles bien diferenciados: el que puede desplazarse entre su residencia y el trabajo en patinete o bici eléctrica, y el que por una mayor distancia lo combina con el transporte público. “Aunque aquí hay que tener en cuenta la regulación de las autoridades de transporte municipales (en Barcelona se ha prohibido acceder al transporte público durante unos meses por la polémica con las baterías de los patinetes eléctricos), la realidad es que estas dos formas de transporte se complementan bien y contribuyen a una penetración cada vez mayor de los VMP.
La influencia de las modas
El crecimiento en ventas de patinetes y bicis eléctricas también responde a una moda o tendencia. Desde hace unos años su uso se ha extendido como la pólvora generando compras en masa, hasta el punto de haber provocado en ocasiones polémicas por su uso obligando a legislar sobre la marcha. “La facilidad que ofrece para los desplazamientos, mayor accesibilidad por no necesitar permiso o carnet como podría ser para el coche o una motocicleta han sido factores clave para su auge, y si a esto se le suma el interés de los más jóvenes por todos los avances tecnológicos, ya tenemos el cóctel perfecto”.
El auge de las smart cities
Las ciudades tienen como objetivo ser más prácticas, más digitales y con más facilidades para todos, y no solo se ve en el uso de patinetes eléctricos personales, sino que cada vez son más las empresas de alquiler de estos nuevos medios de transportes, tanto en el ámbito del turismo como de ofrecer una nueva forma de circular. Semáforos inteligentes, sistemas de pago digitales, aplicaciones para el transporte… todo se va orientando a lo digital y, en definitiva, a la smart city. “Los patinetes y las bicicletas eléctricas son cada más inteligentes, y a eso es a lo que queremos aspirar en swiss+pro. Se integran en el móvil y en la vida diaria como un accesorio más”, observa Marc Peñarroya, su CEO.
Siguiendo todas estas tendencias, swiss+go apuesta por una oferta de productos que responda a las mismas, con bicis y patinetes que facilitan desplazamientos más fáciles, seguros, económicos y sostenibles, como sustito del coche particular y complemento del transporte público.
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