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Todos los emprendedores que quieran poner en marcha sus propios negocios necesitan atender a distintas cuestiones a nivel legal. Una de las más importantes son los correspondientes seguros de Responsabilidad Civil, que cubren tanto a los clientes de cualquier daño que pueda producirse como a los propios negocios.
Reparación de aparatos y protección a los empleados
Es habitual que en los centros de estética haya aparatos y maquinaria con un elevado coste económico. Por ejemplo, en las peluquerías abundan los secadores, planchas y tenacillas, así como los tradicionales climazones, que sirven para reducir el tiempo de exposición a los tintes y demás tratamientos. En los centros que ofrecen muchos otros servicios estéticos también destacan las máquinas de radiofrecuencia, las de presoterapia o las depilación láser.
Tener un seguro es sinónimo de tranquilidad, ya que se reduce el riesgo de tener que cerrar el negocio de forma temporal o reducir el número de clientes por no contar con los utensilios adecuados. Además, también es una garantía contra posibles robos, ya que además de cubrir el coste de los artículos, también lo hace con los posibles desperfectos que puedan producirse o el dinero en efectivo.
Y más allá de los bienes materiales, los seguros también protegen a todos los trabajadores del negocio ante cualquier accidente laboral. Es importante elegir una políza acorde al tipo de trabajadores, ya que dependerá si son autónomos o asalariados.
Protección a los clientes
En todos los salones de estética y belleza se utilizan productos y maquinaria que puede causar daños sobre los clientes. Además, este tipo de negocios están obligados a subsanar los perjuicios causados a terceros. Y aunque no es habitual que ocurra, sí existe un riesgo potencial, por ejemplo, de que cualquier sustancia produzca una reacción alérgica grave. Incluso el fallo de cualquier aparato que emita calor puede provocar quemaduras en la piel.
Precisamente por eso, este tipo de locales se exponen a recibir reclamaciones por parte de los clientes que están destinados a ganarlas. Sin un correcto seguro de Responsabilidad Civil, se amenaza seriamente el patrimonio de los emprendedores e incluso el propio negocio. Con un seguro ajustado a sus características, no tendrán que preocuparse por esa exposición constante al riesgo.