Hace un año que se declaró el estado de alarma para hacer frente a la pandemia provocada por la COVID-19, y desde entonces la incertidumbre se ha apoderado de muchos sectores económicos, entre ellos el inmobiliario. El mercado de la vivienda se mueve en una montaña rusa de subidas y bajadas de precios y compraventas, y hacer previsiones de cuál será su evolución en el corto y el medio plazo es prácticamente imposible. Por ejemplo, tras los repuntes en las compraventas del 1,9% en noviembre y del 3,7% en diciembre, enero ha registrado una caída interanual del 15,4%. Pero en este contexto hay un producto inmobiliario que ha mantenido su tendencia al alza a pesar de la crisis: la vivienda de las personas mayores, y en concreto la nuda propiedad.
Según uno de los principales expertos en este ámbito, el consultor inmobiliario Eduardo Molet, “nos encontramos en un momento emergente para este mercado. Los mayores están monetizando sus casas y pisos para obtener liquidez del ahorro que durante toda su vida han invertido en la compra de su vivienda”.
En los últimos años, hoteles, oficinas, locales comerciales o el suelo urbanizable se han dejado hasta un 50% de su valor, y el precio de la vivienda se ha instalado en una desaceleración suave pero constante que ya dura 18 meses. Frente a estos activos inmobiliarios, la nuda propiedad ha seguido su ascenso imparable: en los últimos años ha crecido a un ritmo anual del 52% y sus ventas siguen al alza entre los mayores de 65 años.
A pesar de las últimas crisis, el 78% de los españoles tiene una vivienda en propiedad, cifra que alcanza el 86% a partir de los 65 años de edad, una inversión en la que han puesto la mayor parte de sus ahorros, frente a planes de pensiones o ahorros privados. De hecho, el ahorro acumulado en vivienda de los mayores de 65 es seis veces superior al total de todos los planes de pensiones privados. “Y la mayoría de ellos quieren vivir en su casa hasta su fallecimiento, incluso en edades avanzadas o aunque requieran asistencia domiciliaria, y ese es el momento de desinvertir”.
Así, con este panorama y frente a la cultura de la herencia, cada vez se está extendiendo más la idea de utilizar parte del ahorro acumulado a través de la vivienda cuando se llega a la jubilación. Algunas de las fórmulas más extendidas para hacerlo son las hipotecas inversas o la renta vitalicia, pero la nuda propiedad está creciendo por encima de ellas, ya que ofrece mayor seguridad a las personas mayores, que pueden mantener el uso y disfrute de la vivienda con las máximas garantías legales.
Eduardo Molet cree que, aunque el sistema de pensiones es un gran logro de nuestra sociedad, no se puede ignorar que el envejecimiento de la población no permite a muchos jubilados hacer frente al día a día con la pensión. “Se acusa a los españoles de no ahorrar porque no tienen planes de pensiones privados, y esto no es cierto: han ahorrado a través de la compra de su vivienda, un ahorro que pueden rentabilizar y disfrutar tras la jubilación”.
Es por todo ello que cada vez son más los fondos y sociedades de inversión que han puesto en su punto de mira las viviendas de las personas mayores. Por ejemplo, las SOCIMIS inglesas están planeando su desembarco en España para comprar estas propiedades de primera residencia a personas de edad avanzada, que pasan a ocupar sus pisos en régimen de alquiler. Las más buscadas por estas sociedades de inversión inmobiliaria son las ubicadas en los centros de las principales ciudades, que aseguran una mayor rentabilidad. “En definitiva, estamos ante una fórmula que ofrece una solución al envejecimiento de la población y a la necesidad de complementar una pensión que a veces es insuficiente”.
Molet Mayores, la primera franquicia inmobiliaria de nuda propiedad de España
Eduardo Molet, uno de los grandes expertos en nuda propiedad, ha creado una franquicia especializada en este activo inmobiliario, Molet Mayores, que cuenta con el apoyo de la consultora Befranquicia. Cualquier agente o agencia inmobiliaria puede franquiciar su oferta de nuda propiedad bajo esta enseña, y recibirá formación y asesoramiento en este tipo de transacciones. Según el consultor, “con la creación de Molet Mayores queremos profundizar en la profesionalización del sector en este activo y en una mayor expansión de sus compraventas a nivel nacional, que hasta ahora se localizan en grandes ciudades”.
Con la venta de la nuda propiedad se vende solo una parte de la vivienda, la propiedad obteniendo una cantidad importante de dinero de una sola vez (la media se sitúa en los 150 mil euros), y manteniendo el usufructo vitalicio.
Más información en http://moletmayores.com/