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El testamento vital se puede definir como un documento donde la persona deja por escrito cuál es su voluntad sobre los tratamientos médicos a los que deseará someterse, o no, en caso de caer enferma y no poder expresarse por ella misma.
Asimismo, este documento también puede recoger lo que el afectado quiere que se haga con su cuerpo y sus órganos una vez fallecido.
No hay que olvidar que los testamentos vitales también tienen la capacidad de designar quién será la persona que se comunicará con el equipo médico cuando su propietario no pueda tomar decisiones.
Otro aspecto a destacar de este documento escrito es que puede ser revocado en cualquier momento y no tiene validez mientras la persona esté capacitada para decidir.
A pesar de la importancia del testamento vital, también conocido como documento de voluntades anticipadas, en España solo lo poseen 296.571 personas, o lo que es lo mismo, seis de cada mil, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad sobre el registro creado en 2013.
Por suerte, en la actualidad existen compañías como Thanks for my life que se encargan de ayudar a todo aquel que lo desee a confeccionar su testamento vital, algo de suma importancia.
Y es que, tal como ha señalado Estanis Simon, responsable de proyecto de Thanks for my life, “pequeñas decisiones evitan grandes problemas en el futuro y un testamento vital ofrece instrucciones sobre qué tipo de tratamiento médico es el que deseamos recibir cuando padezcamos una enfermedad o bien un accidente que nos incapacite para expresarnos”.
Las personas mayores de 65 años son las que más se preocupan por dejar un documento de voluntades anticipadas
Si nos centramos en el perfil de las personas que más se decantan por dejar constancia de sus voluntades anticipadas, vemos que las mujeres (60 %) son más propicias a crear un testamento vital que los hombres (40 %).
Al prestar atención a la edad, nos damos cuenta de que más del 50 % de quienes se preocupan por dejar un testamento vital son personas mayores de 65 años, seguidas de los individuos de entre 51 y 65 años, que representan el 30 %.
Sobre este aspecto Estanis Simon afirma que “queremos pensar que, cuanta más edad tenemos, más conscientes somos de la realidad y de la fugacidad de la vida, y es por ello por lo que es más habitual que las personas de cierta edad reflexionen sobre la posibilidad de que se les apliquen determinadas técnicas terapéuticas o médicas que supongan un alargamiento artificial de la vida”.
A pesar de que el proceso para crear el testamento vital es distinto en cada comunidad autónoma española, todos los interesados deben rellenar un formulario y firmarlo ante notario, ya sea un centro de salud o ante tres testigos mayores de edad que no guarden parentesco con la persona firmarte.
No obstante, este proceso puede ser mucho más ágil y sencillo gracias a iniciativas como Thanks for my life, una plataforma virtual que pone a disposición de los usuarios un formulario base y que permite llevar a cabo las gestiones propias del testamento vital sin costes adicionales.
Recuerda que puedes conocer proyectos emprendedores similares a Thanks for my life visitando nuestro artículo sobre Mi Legado Digital.