El valor principal de una empresa debería ser el cuidado de sus clientes, tener cubiertas todas sus necesidades y anticiparse a las reacciones que éstos tengan, tanto en gustos como en intereses.
De esta forma es importante tener la mayor cantidad de información sobre nuestros usuarios potenciales, saber cuál es su forma de actuar y de esta forma orientar la estrategia de marketing digital.
A partir de esta necesidad surge la tecnología Big Data, facilitando no sólo la recogida de información, sino también el análisis minucioso de la misma y otorgando a la empresa los datos necesarios para tomar las mejores decisiones posibles a la hora de mejorar la experiencia de usuario.
Conocer el funcionamiento de esta tecnología no es tarea fácil. Existen ya perfiles que poco a poco van especializándose en este campo, ya que un máster de Big Data está a la orden del día, y la formación en el sector es cada vez mayor.
Las empresas que manejan muchos datos tienen la necesidad de seleccionar perfiles de este tipo para dar un buen uso a la tecnología y orientar de la mejor forma sus decisiones y, por consiguiente, su forma de pensar para mejorar la experiencia de usuario.
Sin embargo, aún existen muchas compañías que no han detectado esa carencia en cuanto al uso de esta tecnología. Si bien es cierto que siempre se han recogido datos para mejorar las decisiones y analizar la experiencia del usuario, éstos se solían recoger a través de datos internos de la propia compañía.
Un número más minoritario lo realizaba a través de agencias externas especializadas en este tipo de servicios.
De esta manera sí que se podía conocer cuál era este comportamiento del cliente, sin embargo, el problema residía en muchos ámbitos. En primer lugar, el tiempo que se utilizaba para la recogida y análisis de datos era bastante grande y esto hacía que el tiempo para tomar las decisiones se alargaba en el tiempo.
El segundo problema venía un poco a colación del anterior y es que de esta manera más arcaica, una compañía no podía tomar decisiones a tiempo real y mucho menos adelantarse y anticiparse a las necesidades del usuario final.
Gracias al Big Data, todos estos problemas tienen sus días contados. Esta tecnología consigue recopilar toda la información que el usuario va dejando a través de su navegación, la segmenta y analiza y finalmente ofrece a la compañía la información necesaria para una buena toma de decisiones.
En el mundo de internet y sobre todo en el eCommerce es importantísimo saber cómo anticiparse, y sobretodo el tener la posibilidad de prestar una atención personalizada a cada uno de los usuarios. Gracias a esto es posible conocer los gustos de cada uno. Anteriormente el servicio que se ofrecía no distinguía entre clientes, ahora sí.
Las compañías que atienden a esta novedosa forma de recopilación van a poder evolucionar a corto y medio plazo, van a mejorar la experiencia de usuario debido a sus decisiones corporativas basadas en éste análisis de la información.
Desde luego, es una de las grandes innovaciones tecnológicas que ha aparecido de la gran cantidad de información que se genera cada segundo en la red.