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En la mayoría de los casos, las pequeñas y medianas empresas son las más vulnerables frente a recesiones económicas y escenarios de inflación como el actual.
Sin embargo, existen ciertas pautas y servicios como la cuenta para empresas que pueden emplearse para mejorar el rendimiento comercial y obtener una base sólida para crecer.
Cómo mejorar la gestión de mi empresa
La gestión empresarial representa uno de los aspectos fundamentales de cualquier actividad económica o productiva.
Dentro del ámbito de la administración de empresas se desarrollan las distintas actividades de la organización en cuanto a la planificación, organización, gestión y supervisión de los recursos.
Justamente por ello, sin importar las características de la empresa o el ámbito económico en que se inscriba su actividad, la correcta gestión puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Esto es especialmente cierto en el caso de las pequeñas empresas, las cuales suelen encontrar muchas dificultades durante los primeros años de existencia.
Consejos para mejorar el rendimiento de mi empresa
Para mejorar el rendimiento de nuestra empresa, existen una serie de consejos de gran eficacia que pueden aplicarse sin la necesidad de realizar una inversión de envergadura.
Definir los objetivos a corto, mediano y largo plazo
Una de las mejores maneras de establecer un orden y mejorar el rendimiento de la empresa es estableciendo objetivos claros y realistas.
Dichos objetivos deben considerar el horizonte temporal y originar decisiones estratégicas eficaces para alcanzarlos:
- Objetivos estratégicos que se orientan al largo plazo y que afectan a la organización en su conjunto.
- Objetivos tácticos de mediano plazo —entre dos y tres años— que corresponden a cada área o departamento y que deben alinearse con los objetivos estratégicos.
- Objetivos operativos que se desarrollan a corto plazo que responden a la gestión específica de las operaciones habituales.
Análisis del entorno
Esta es una tarea fundamental que debe realizarse de manera periódica para conocer la situación del mercado, el sector industrial en el que se inscribe nuestra actividad y la posición que nuestra empresa ocupa en este.
Este análisis debe retroalimentarse para actualizar objetivo y estrategias de direccionamiento.
Existen muchos métodos que pueden emplearse para conocer nuestro entorno, entre las cuales el más sencillo de aplicar y eficaz en sus resultados es el análisis FODA: esto es, conocer las Fortalezas y Oportunidades de nuestra empresa, tanto como las Debilidades y Amenazas que esta enfrenta.
Plan de negocio
El plan de negocios constituye el documento en el que se establecerá un horizonte temporal que permita orientar los esfuerzos específicos de la organización y establecer prioridades a corto, mediano y largo plazo: aumentar la estructura de la empresa, ingresar en un nuevo mercado, producir un nuevo producto, etc.
Los objetivos mencionados deben generar una serie de decisiones de índole estratégica para las distintas áreas de la empresa: marketing, contabilidad, área comercial, etc.
Dichas decisiones deben ser específicas y deben comunicarse de manera fehaciente los objetivos de las distintas áreas en función de un objetivo global a mediano o largo plazo.
Comunicación y ámbito laboral
Todas las acciones en relación con el planeamiento estratégico resultan inútiles si se falla en comunicar de manera eficaz a los distintos responsables de las áreas de la organización.
Por lo tanto, estos deben conocer sus propios objetivos, pero también como estos se relacionan globalmente.
Asimismo, conviene fomentar un ámbito laboral con motivaciones claras y estímulos de crecimiento conjunto: de ser posible, establecer beneficios y recompensas por desempeño permite que directivos y empleados mejoren su determinación y rendimiento.
Cuentas y servicios bancarios
Por supuesto, la capacidad operativa, la gestión económica y el planeamiento financiero requiere de herramientas que permitan administrar los recursos.
En la actualidad existen muchas cuentas para empresas sin comisiones ni intereses que permiten reducir el costo de la gestión y optimizar su desarrollo.
Esto además permite mantener un control estricto del flujo de capital circulante y los plazos de vencimiento de pagos diferidos.
Este control se hace efectivo a partir de una planilla económica en la que se registran los movimientos de dinero, y una planilla financiera que registre pagos y facturas pendientes.
Relaciones sociales y asociaciones colectivas
Al operar en un mercado y un sector industrial definido, resulta muy provechoso conocer a los otros actores del entorno.
Formar una red de contactos con empresarios, proveedores, clientes y otros puede beneficiar a nuestra empresa de muchas maneras e incluso producir asociaciones rentables.
Del mismo modo, las asociaciones colectivas como una cámara de comercio o unión de empresas de un sector garantizan que nuestros intereses se encuentren representados de mejor manera y que múltiples empresas dispongan de capacidad de negociación colectiva.
Perfil del cliente y público objetivo
Dentro del área de marketing, el público objetivo se constituye como el segmento de la población al que se dirigen nuestros productos o servicios.
Por lo tanto, resulta fundamental conocer sus características, expectativas y necesidades.
La mejora manera de identificar a nuestro público objetivo es definir distintos perfiles que se ajusten a circunstancias y necesidades habituales y evaluar de qué manera responderían a nuestros productos y servicios.
Establecer prioridades y escenarios adversos
Una gran manera mantener a una empresa en su mejor versión, es estableciendo prioridades y ensayando distintas estrategias frente a escenarios realistas.
Disponer de distintas opciones de operación y determinar las prioridades nos permitirá reducir el riesgo de imprevistos y la capacidad de adaptarnos a las circunstancias.
Una de las mejores maneras conseguir este propósito es determinar qué clientes son más importantes y así asegurarnos de mantenerlos: sumar un cliente suele representar un coste de alrededor del diez por ciento mayor que mantener uno previo, por lo que no debe descuidarse la atención a estos.
Software y disponibilidad tecnológica
En la actualidad existen muchas herramientas y programas de gestión que resultan fundamentales para mejorar el rendimiento de la empresa. Estos resultan relativamente económicos y pueden implementarse de manera inmediata.
Los llamados sistemas ERP simplifican notablemente las diferentes tareas de gestión —contabilidad, tesorería, facturación, etc.— y permiten mantener un control estricto de los recursos y capital circulante de la empresa en tiempo real y de manera remota.
Branding y marketing digital
Finalmente, un gran consejo para las pequeñas empresas es invertir en marketing digital y branding.
En efecto, el comercio en línea y las relaciones sociales en redes representan una oportunidad muy importante para alcanzar un público masivo.
Para ello, un proceso de branding profesional resulta fundamental para que nuestra empresa se destaque del resto y los clientes afirmen su preferencia por nuestros productos y servicios.
De ser posible, debe dedicarse un presupuesto fijo para este tipo de actividades de marketing digital.