Esta es la historia de Jordi Guixé, emprendedor y fundador de su propio proyecto, el camping restaurante El Solsonès en Solsona, Barcelona.
Un negocio en el sector turístico que iba muy bien hasta que la crisis asomó y se llevó un 30 % de los ingresos.
Y en un sector como es el de la hostelería donde la alta ocupación es vital para mantenerse activo y atractivo para nuevos clientes, Jordi Guixé ha tenido que reinventarse y buscar alternativas para no decaer en la espiral de la muerte de muchos establecimientos hoteleros.
Ante la falta del umbral de ingresos, las inversiones de mejoras no se producen y el mantenimiento se pone en el mínimo con lo que se puede perder calidad y atractivo para nuevos clientes.
Jordi ha innovado con la creatividad propia de un emprendedor que cree en su negocio y en su oficio. Como máximo responsable del restaurante, y entre fogones, ha dado una vuelta a las actividades propias del mismo con una oferta culinaria de muy alta calidad.
Y ha introducido las noches de maridaje, donde se combina un excelente menú de degustación con una selectiva carta de vinos que hace de las cenas una experiencia inolvidable y adictiva.
Además, hace tiempo que ha introducido productos de producción propia en su huerto ecológico y otros de KM 0 y de proximidad como la ternera, el cordero, la caza y las setas del Solsonès.
Para cerrar el círculo, Jordi ha recuperado el cultivo de la vid en una zona que había sido conocida como el Viñet, a tres quilómetros del Restaurante, y que la filoxera destruyó.
Los resultados obtenidos con trabajo minucioso y constante es el posicionamiento de su restaurante como la referencia en Solsona y alrededores, ciudad de la comarca del Solsonès con una población flotante de 10.000 personas y a apenas una hora y cuarto de Barcelona.
Comarca poco conocida pero un enclave precioso del Prepirineo con un patrimonio cultural y natural que sorprenderá a todo visitante durante todo el año.
Hoy, las cenas y jornadas gastronómicas organizadas por el restaurante Camping El Solsonès son una de las mejores ofertas culturales y sociales para muchos de los habitantes de la zona.
Y de rebote, o con una estrategia estudiada, el camping está empezando a ver la luz para vislumbrar los primeros crecimientos en visitas, clientes y estancias.
Jordi nos comenta que la clave es ofrecer un muy buen producto pero a un precio asequible, huyendo de conceptos donde solo importa el precio y acercándose a una oferta donde la calidad es extremadamente óptima a un precio asumible.
Ya se plantean inversiones en el propio camping como la mejora de los bungalows, la ampliación con nuevos y modernos de última generación, la cobertura de la piscina y la mejora de las instalaciones deportivas. Su idea, hacer de su camping un auténtico resort familiar.
Enhorabuena Jordi por tu dedicación y convencimiento de que el buen trabajo, la pasión y la profesionalidad van de la mano para abrirse camino y superar cualquier dificultad que padecemos los emprendedores.