Es este uno de los proyectos más atrevidos que han pasado por encima de mi mesa para su asesoramiento. Se trata ni más ni menos de construir una ciudad en el espacio. La idea es de un emprendedor ya curtido, con experiencia ya que su edad de 60 años le atesora sabiduría, contactos, recursos y energía. El proyecto cuesta 300 millones de euros y está en fase de comercialización, en busca de apoyo tanto gubernamental como de inversores.
La idea se genera por la necesidad de resolver el problema de la vivienda para muchos ciudadanos y de la creencia de que los desplazamientos entre trabajo y hogar superan en la medida lo deseado para la comodidad de uno. Así, se ha diseñado una ciudad en el espacio, donde los edificios de unas 4 plantas, contarían con oficinas y locales comerciales en la planta baja y primera. Y en la parte superior estarían las viviendas. De esta forma se bajaría a la estancia inferior para trabajar con una nula pérdida de tiempo en desplazamientos.
Alrededor de la ciudad, habrían edificios altos de unas 10 plantas para albergar a todos aquellos trabajadores de esta nueva ciudad y que quieren vivir cerca de su trabajo.
También habría un macro complejo deportivo para no tener que ir a ningún otro planeta a correr, nadar o a hacer gimnasia. Un centro comercial con las mejores tiendas del momento en plan Retail Store y un gran supermercado complementarían la oferta de servicios.
Se esperan más de 15 millones de personas de otros planetas y ciudades, con lo que éxito comercial de los negocios (tiendas y locales comerciales) está asegurado.
La ciudad sería sostenible en temas de energía y agua con los sistemas más modernos de reciclaje y aprovechamiento energético.
Ya se ha planteado la propuesta de la ciudad espacial a distintos gobiernos de distintos países y aquí a varias autonomías. Hay más de una treintena de personas trabajando en el mismo.
Este proyecto lo conocí apenas hace apenas unos días. A mi entender, esta idea lo tiene muy difícil por no decir imposible. Les ayudaremos. Pero creo que los propósitos tienen que ser realistas, con posibilidad de ser ejecutados y llevados a cabo. De lo contrario están condenados al fracaso. No quiero entrar en que pueda ser viable pero este tipo de proyectos tienen que ser entonces impulsados por un ente mayor y nunca por un emprendedor. Durante la fase de lanzamiento, se corre el riesgo de perder mucho dinero y energía para luego darse cuenta que era más una fábula difícil de convertirse en sueño. Éstos si son realistas.