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La contabilidad digital y los programas de facturación están a la orden del día. A finales del pasado año, cuando se introdujeron las principales novedades a las que se enfrentarán los autónomos en los próximos años, se estableció la obligatoriedad de emitir facturas electrónicas a partir de 2025 según la ley ‘Crea y Crece’.
Esta nueva medida pretende mejorar la transparencia de las facturas y controlar de una manera más eficaz todas las operaciones que se realicen. Es más, la Agencia Tributaria lleva años intentando luchar contra aquellos softwares y aplicaciones que pretenden ocultar las ventas reales de las empresas.
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Los cambios no serán inmediatos, pero sí que se están introduciendo de manera progresiva. Por eso, es muy importante que los emprendedores, los autónomos y los pequeños empresarios se empiecen a adaptar a los programas de facturación.
Además, este nuevo método, que llega prácticamente por obligación, ofrece muchas ventajas a nivel financiero para los emprendedores. Es momento de dejar atrás las hojas de Excel y empezar a apostar por un software diseñado para controlar los gastos, gestionar y emitir facturas.
¿Qué debes tener en cuenta para elegir un programa de facturación?
Si te asusta la facturación electrónica, debes saber que en el mercado hay muchas alternativas que se adaptan completamente a tus necesidades y a las de tu negocio. En primer lugar, debes elegir un software con funciones completamente versátiles. Sabemos que cada emprendedor es único y tendrá unas obligaciones diferentes. Por eso, resulta imprescindible que estos programas se puedan adaptar al momento vital en el que se encuentra el negocio. Si aumenta la facturación y crece considerablemente, es mucho más cómodo incorporar nuevas funciones que cambiar a otro software.
También debes elegir programas para facturar con VeriFactu en trámite. Se trata de un sistema informático que ha puesto en marcha la Agencia Tributaria, en consonancia con la Ley Antifraude, que obliga a cumplir determinados registros de facturación, como la legibilidad, la trazabilidad o la accesibilidad.
Por supuesto, un buen software de facturación debe ser fácil de utilizar, intuitivo y tener un buen diseño. Una interfaz atractiva permitirá que los emprendedores puedan sacarle el máximo partido a la herramienta. También debe ofrecer una prueba gratuita para que los usuarios valoren el grado de funcionalidad y si se ajusta a sus necesidades. De la misma manera, tiene que ser totalmente compatible con los principales sistemas operativos, tanto de ordenador como de móviles.
Como ocurre en todos los aspectos de la vida, no todos los programas de facturación se adaptarán de la misma manera a los emprendedores. La clave está en analizar las principales funciones de todos los softwares para elegir en consonancia. Y, por supuesto, el servicio de atención al cliente y las facilidades a nivel económico que ofrezca la plataforma pueden decantar la balanza.