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Las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en el mundo de la medicina y la salud, en especial dentro del Servicio de Urología y Litiasis del doctor Ramírez del Hospital Ruber Internacional.
Y es que el centro acaba de poner en marcha la Unidad de cirugía urológica Robótica y ha incorporado al equipo al prestigioso urólogo francés, el doctor Grégory Pierquet, quien, junto con la doctora Ramírez, se harán cargo de las cirugías robóticas con el Robot Da Vinci de última generación.
Sobre este aspecto Juan Carlos Ramírez, jefe de servicio de Urología y Litiasis del Hospital Ruber internacional, ha señalado que “la medicina, y concretamente la cirugía, no es ajena a la evolución tecnológica de nuestro tiempo, y en este sentido los centros hospitalarios y sus equipos médicos se sienten obligados a su puesta al día con el fin de ofrecer a los pacientes los mejores resultados en el tratamiento de sus enfermedades”.
El Robot Da Vinci que se emplea en el Hospital Ruber Internacional facilita las intervenciones quirúrgicas
Con el objetivo de ofrecer a los pacientes los mejores resultados posibles, el equipo del Hospital Ruber Internacional ha recurrido al Robot Da Vinci.
Se trata de un robot quirúrgico de alta precisión que facilita las intervenciones quirúrgicas y ofrece resultados óptimos al minimizar las posibles secuelas y proporcionar un postoperatorio más breve y confortable.
El equipo del doctor Ramírez asegura que “esta tecnología de última generación exige la creación de una unidad quirúrgica robótica especializada (cirujanos y enfermería) en un entorno hospitalario que posibilite una cobertura integral del paciente y asegure la asistencia del resto de especialidades que de manera puntual pudiesen ser necesarias”.
El Robot Da Vinci emplea una técnica que se realiza a través de pequeñas incisiones de entre uno y dos centímetros, también llamadas “puertos quirúrgicos”.
Esto permite acortar de forma significativa los plazos de recuperación de la cirugía (reducción de la estancia hospitalaria) y conlleva un menor riesgo de complicaciones.
No obstante, es importante tener en cuenta que el Robot Da Vinci es una mera herramienta bajo el control estricto de un cirujano y no genera ningún movimiento independiente al mismo, lo que ofrece una mayor precisión quirúrgica.
A la hora de utilizarlo, el cirujano hace la intervención sentado en la consola sobre la que, a través de una imagen de alta definición 3D, tiene un control estricto del campo quirúrgico.
A través de los mandos situados en la consola, el cirujano realiza los movimientos precisos y estos son enviados a los brazos robóticos, que los reproducen con exactitud.
Si nos centramos en los principales beneficios del Robot Da Vinci, vemos que está especialmente indicado para llevar a cabo procedimientos oncológicos como el cáncer de próstata, los tumores de vejiga o el cáncer renal.
No obstante, sus usos no acaban aquí, ya que también se emplea en procedimientos reconstructivos no oncológicos como pieloplastia, cirugía de prolapso de órganos pélvicos, etc.
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