En los años 30 del pasado siglo, el sector de la sastrería empezó su andadura en nuestro país. Un negocio que, en sus inicios, tuvo un grandísimo éxito debido a que eran muchas las personas que portaban un traje a diario.
Abogados, jueces, médicos, emprendedores, empresarios y políticos se ataviaban con estas elegantes prendas todos los días y, por ello, el sector de la sastrería se vio colmado de triunfos durante varios años.
Sin embargo, el hecho de que cada vez sean menos las personas que visten con traje a diario y de que esta prenda haya quedado relegada a un segundo plano ha provocado que tener un negocio centrado en la sastrería no resulte especialmente rentable.
Y es que, hoy en día, confeccionar un traje a medida resulta tan costoso para el proveedor y el cliente que montones de sastrerías se han visto obligadas a cerrar sus puertas.
No obstante, algunos empresarios que en su momento decidieron emprender con un negocio de este tipo han optado por adaptarse a los nuevos tiempos. Una opción que ha beneficiado a muchísimos emprendedores y que también le ha venido muy bien al universo de la sastrería.
Uno de estos ejemplos lo encontramos en Blackpier, una novedosa sastrería on-line que ha revolucionado el negocio de la confección de trajes por dos motivos. En primer lugar, permite que tanto los clientes como los propietarios de la entidad se ahorren muchísimo dinero en la adquisición de las telas y los trajes.
En segundo lugar, esta sastrería virtual consigue reducir, gracias al uso de las nuevas tecnologías, la distancia entre el sastre y el usuario, lo que se traduce en la obtención del producto en mucho menos tiempo que antaño y en la reducción de los procesos de desarrollo.
Además, el usuario tiene la oportunidad de confeccionar su propio traje desde cualquier dispositivo móvil esté donde esté, así como de personalizar el diseño para convertirlo en una prenda única.
Es así como los fundadores de Blackpier han conseguido darle una vuelta de tuerca al mundo de la sastrería y rentabilizar el negocio reduciendo los costes de un modo más que considerable.