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La contaminación lumínica se puede definir como el incremento del brillo del cielo durante la noche a causa de la presencia de luz artificial.
Este tipo de contaminación trae consigo una reducción de la visibilidad de las estrellas y otros objetos celestes.
No obstante, los problemas no acaban aquí, ya que la contaminación lumínica también puede derivar en inseguridad vial, molestias en los ojos y gasto energético cuando se utiliza un alumbrado ineficiente.
Si nos centramos en los tipos de contaminación lumínica, podemos distinguir un total de cuatro clases:
- Resplandor celeste: es la más conocida y se define como el halo lumínico que aparece en el cielo de las áreas urbanas iluminadas.
- Invasión lumínica: se trata de una emisión de la luz hacia zonas innecesarias.
- Deslumbramiento: es molesto y peligroso para los conductores.
- Exceso de iluminación: hace referencia a la iluminación que está por encima de los niveles recomendados.
El mal diseño de las luminarias que se emplean para alumbrar las calles es el principal responsable de la contaminación lumínica.
Esto es debido a que un diseño inapropiado provoca que el haz de luz no se focalice en la zona que realmente necesita ser iluminada.
Esto puede provocar que la luz se disperse dentro de la luminaria, como ocurre en las conocidas luminarias esféricas, y que emita flujo hacia el hemisferio superior o que queden iluminadas áreas innecesarias.
El desperdicio de luz no focalizada deriva en una pérdida de eficacia de la luminaria y en un mayor gasto económico y energético que se podría evitar.
Por su parte, la falta de dimensionamiento en instalaciones referente a la altura, insterdistancia, número de luminarias y características de la vía, dan como resultado la aparición de sombras y mala uniformidad.
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La compañía Artesolar Iluminación apuesta por paliar la contaminación lumínica
Artesolar Iluminación es una empresa española nacida en el año 2010 en la ciudad de Toledo que fabrica y distribuye tecnología LED.
A lo largo de los años, ha realizado proyectos que le han permitido convertirse en una compañía líder en su sector.
Entre ellos encontramos la iluminación del Palacio Real de Madrid, el municipio de Alcobendas, el municipio de Arroyomolinos, la fábrica de Citroën en la Zona Franca de Vigo, el Centro Logístico de El Corte Inglés en Valdemoro o la fábrica de Heineken en Sevilla, entre otros muchos.
Su amplia experiencia en el ámbito de la iluminación han llevado al equipo de Artesolar a paliar la contaminación lumínica gracias al inteligente diseño de sus luminarias.
La luminaria IRENA es la perfecta sustitución del LED
Para reducir la contaminación lumínica, Artesolar ha apostado por la luminaria IRENA, una perfecta sustitución al tradicional LED ideal para parques y zonas residenciales.
Esta cuenta con un acabado extraplano que asegura la correcta disipación del grupo óptico sin superficies donde puedan depositarse suciedad.
Además, su carcasa de inyección de aluminio con bajo contenido en cobre y los tratamientos superficiales aplicados en la luminaria aseguran una elevada resistencia a la corrosión, incluso en ambientes salinos.
No hay que olvidar sus lentes de PC multicapa, que proporcionan un haz de luz más homogéneo y uniforme.
La luminaria IRENA también cuenta con un total de seis ópticas que han sido especialmente diseñadas para adaptarse a los usos del alumbrado residencial y urbano con un elevado control del deslumbramiento.
Todo ello reduce la contaminación lumínica, a diferencia de lo que ocurre con las luminarias convencionales esféricas.
Gracias a esta nueva propuesta de Artesolar, ya podemos contar con luminarias que ofrecen una iluminación apropiada sin deslumbramientos ni sombras que se adecúan a cada tipo de uso urbano, potencian el bienestar de los ciudadanos y palian las negativas consecuencias de la contaminación lumínica.
Si deseas reducir los niveles de contaminación y cuidar el medio ambiente también te gustará conocer iniciativas como Green Motive, la primera marca de pajitas 100 % sostenibles.