Uno de los males de este país es la existencia en todos los rincones de nuestra sociedad de personas que son cenizos, o sea, que traen mala suerte y encima son aguafiestas o desean lo peor para todos. Sus comentarios acostumbran a ser pesimistas, destructivos y amenazantes. Si te sientes emprendedor, aléjate de esas personas ya que no te proporcionan nada y encima pueden acabar de contagiarte de su mal «rollo».
Los emprendedores somos personas optimistas, felices, positivos y con un carácter de tirar para adelante. Sabemos que hay dificultades, que no es nada fácil y que todo cuesta un montón. Tenemos que afrontar desánimos en la mayoría de los comportamientos y conversaciones pero al final tomamos decisiones, nos encaramos a la incertidumbre y al riesgo y salimos para adelante. En ese escenario, no podemos rodearnos de gente que solo piensa en lo mal que está todo. Además, es que no compartimos tal sentimiento, y para nosotros solo hay oportunidades. Nunca antes había habido tantas razones para ser emprendedor.
Y este verano tienes la ocasión única para reflexionar y tomar la decisión. No será el primer verano que lo hagas, ya que en el pasado ya has pasado por estos momentos de tristeza e incertidumbre, dejándote llevar por las fuerzas pesimistas. NO va contigo. Tu eres bueno. Y tienes mucho que dar! El verano pasado no decidiste nada. ¡Este año TOCA!.