Parece que este es el mal de nuestra sociedad. Pensar y pensar sobre un tema que nos atormenta y nos impide evolucionar como personas. Es como si nos anclásemos en un tema que se convierte en monotema de nuestro existir y nos erosiona de tal forma que se lleva por delante la felicidad, nuestra energía y la alegría de nuestro carácter que nos hacía antes diferentes, únicos, espléndidos. Es momento de hacer desaparecer estos temores. Te decimos como…
Cuando uno analiza por qué se para en pensar y darle vueltas a una cosa, podríamos llegar a una primera conclusión. La persona en cuestión se aburre. No tiene en ese momento otros elementos en su vida que la distraigan y le mantengan con la mente ocupada. Eso pasa normalmente porque hay alguien que le suele quitar el alma, las ganas por vivir, y le limita para desarrollarse como persona y como profesional. ¿Y quién es ese alguien? Pues no es la pareja, no es el estrés, no es la familia ni tampoco la crisis económica. Suele ser la empresa y el trabajo que realiza. Y nos basamos en esta afirmación en el marco de un estudio que preguntaba a más de 400 emprendedores sobre aspectos fundamentales entre la vida y el trabajo y su relación de ser y conciliación.
Así que la solución pasará por desvincularnos del trabajo e iniciar una nueva vida profesional. Pero no vamos a ir a otro sitio que es igual que el anterior. Es aquí donde tenemos que ser valientes y proponer un estilo de vida que deje atrás los temores, los miedos, las “comeduras de tarro” (perdón por la expresión), y abogue por la felicidad personal y el desarrollo pleno profesional.
Y en ese camino hay pocas alternativas serias. Una sería encontrar una empresa seria que potencie el carácter emprendedor entre sus empleados y organización. La otra es convertirse en emprendedor. Hay gente para todo, y muchos decidirán por la primera opción. Desde aquí les deseamos lo mejor. A los demás que son mayoría, recomendamos la segunda decisión que es la de emprender.
Entrarás en un mundo mágico, controlado por ti y donde no hay cabida problemas de reflexión o espirales de pensamiento negativo. Estarás entusiasmado por la vida y no hay rincón en tu corazón y cabeza para dedicar energía a una cosa que no lleva a ninguna parte.
Ya sabes, no te atormentes. Hazte emprendedor. Empieza con retirar estos pensamientos y dejarlos en la calzada de tu nuevo camino. Repítete en momentos de flaqueza que eres emprendedor, que no quieres problemas, sólo alegrías. Quiérete, ámate y haz solo aquello que te da en cierta medida felicidad.