La manumisión empresarial


Dícese de la concesión de la libertad a un esclavo. En la época romana, algunos de ellos conseguían su manumisión en pago a un buen comportamiento. Bienvenido a la era de la manumisión empresarial.

La crisis económica nos ha traído una nueva forma de comportarnos en la empresa. Del querer aportar y crecer en ella, hemos pasado a no querer ningún protagonismo e intentar pasar inadvertidos. Es la manumisión empresarial que se ha instalado en las empresas y cuyos efectos en las mismas es la de destruir todo tipo de innovación, dinamismo y desarrollo del talento profesional.

Y es que uno piensa que el próximo en ser despedido podría ser él o ella, y por eso mejor no ser protagonista de nada. Hay que ser dócil, pasar desapercibido en la organización y tener un buen comportamiento. Y si se puede hacer la pelota también. Es momento de ser bueno con el equipo, de no causar problemas, de no alzar la voz ni manifestar ninguna idea, no vaya a ser que sea discordante con la forma de pensar del jefe. Hay que ser bueno con él, mostrarle simpatía y agradecerle cualquier cosa, incluso sus meteduras de pata e incongruentes decisiones.

La manumisión empresarial es lo último que se lleva en las empresas. Hay que comportarse bien para no perder el empleo. Es la nueva  libertad, aquella tan anhelada que han luchado generaciones anteriores a la nuestra y que les había llevado a un progreso social. Nosotros renunciamos a ella para poder pagar nuestra hipoteca, nuestro gasto mensual de VISA en los centros comerciales y unos pocos, cada vez menos, gastos suntuosos en alguna cena con amigos o familia.

¿Y qué podemos hacer? Algunos en la época de los esclavos romanos preferían luchar, ser ellos mismos y morir bajo la esclavitud, antes que entregarse al poder déspota de la época. Por suerte tenemos una mejor opción que la lucha romana: ser emprendedor

Es posiblemente la única alternativa que tenemos y hay que aprovecharla. Luchemos por una vida mejor. No nos conformemos con lo que dictan unos pocos y reivindiquemos nuestro papel de desarrollo digno laboral y profesional. Hoy es posible y no se necesita ni dinero ni una súper idea de negocio. Simplemente ganas de salir adelante, de emprender y de querer hacer algo diferente en nuestra vida. A por ellos!!!!


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