Fundación Créate o cómo enseñar a emprender a los más pequeños


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La Fundación Créate es una iniciativa de la sociedad civil para promover una cultura emprendedora desde la escuela. Su misión es que los alumnos consideren la creación de una empresa como una opción de vida.

Programas enfocados a la reforestación de bosques, aromaterapia en hospitales o asientos adaptados para ancianos. A primera vista pueden parecer proyectos de emprendedores consolidados o de adultos que han decidido crear un negocio. Pero no es así: se trata de iniciativas que han pensado niños de 5º y 6º de Primaria.

La Fundación Créate es una iniciativa de la sociedad civil para promover la cultura emprendedora desde la escuela. “Nuestro programa trabaja valores, actitudes y cualidades del emprendedor a través de una experiencia de creación de empresa o proyecto en equipo. En definitiva, se trata de que los alumnos consideren el emprendimiento como una opción de vida”, explica Margarita Ortiz, vicepresidenta de la Fundación.

En el curso 2012 – 2013 han llevado su misión emprendedora a 12 centros educativos públicos, privados y concertados, y cerca de 1.050 alumnos y 50 profesores han participado desarrollando sus iniciativas. El pasado año lectivo, cuando la Fundación comenzó a actuar, pusieron en marcha un piloto experimental en 10 centros de la Comunidad de Madrid.

“Actualmente centramos nuestros esfuerzos en el programa Creamos Nuestra Empresa.  Es un proyecto bilingüe dedicado a alumnos de 5º y 6º de Primaria en el que integran valores y capacidades como la persistencia, la creatividad, la asunción de riesgos o la responsabilidad”, expone Ortiz, quien añade que “los niños exploran y buscan una idea que responda a una necesidad. Y siguen todo el proceso, desde el prototipo y búsqueda de la financiación hasta la puesta en marcha y comunicación de la idea”.

¿Cómo se enseña a emprender?

España es un país que tradicionalmente no se lo ha puesto fácil a aquellos que quieren ganarse la vida por cuenta propia. Por eso, inculcar el espíritu emprendedor, fomentar la creatividad y potenciar el talento desde edades tempranas facilita que la creación de un negocio sea visto como opción laboral. “Tenemos un país con un gran potencial y talento, pero con una educación culturalmente pobre en autoconfianza, superación del miedo al fracaso y con muchos clichés sobre la figura del empresario”, apunta la vicepresidenta de la Fundación Créate.

Para superar estos obstáculos, el primer paso es aprender a mantener una actitud de exploración, creatividad y persistencia constante. “Estos valores se aprenden a través de la práctica y de la confianza”, cree Ortiz, para quien también “es importante desmitificar el fracaso, es decir, que los alumnos se atrevan a iniciar proyectos a lo prueba y error sin temor a equivocarse”. Por eso, hay que empezar desde la escuela a derribar los mitos del  emprendimiento.

Los retos

Además de llevar estas enseñanzas a más centros y más alumnos, Ortiz plantea como un reto la formación de los profesores: “La educación en actitudes y valores innovadores y emprendedores se considere tan importante como matemáticas o lengua. En este sentido, que esta formación se incluya en un futuro dentro del proyecto curricular de los centros”.

Más allá del ámbito escolar, la vicepresidenta de la Fundación Créate destaca esta lección: “Podemos afirmar que si una persona ha tenido una experiencia emprendedora en su vida, antes de elegir qué estudiar, se podrá plantear emprender como algo natural y sin miedos. Esto fomenta claramente la creación de empresas en un futuro y que los emprendedores estén mejor preparados”.


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