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Trabajar cuatro días a la semana parece algo impensable en los tiempo que corren, ya que en España la jornada laboral de ocho horas y de lunes a viernes se implantó hace ya muchos años, en concreto en 1919.
A día de hoy, la media de horas trabajadas a la semana en el territorio español es de 36, aunque ya hace 25 años que Francia introdujo las 35 horas semanales.
Suecia, por su parte, ha tomado la decisión de experimentar con la jornada de seis horas al día, mientras que Dinamarca cuenta con la media más baja de todos los países industrializados al situarse en las 29 horas de trabajo a la semana.
Esto se debe a que, tal como ha señalado Antonio Fernández García, profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC, “los beneficios de reducir la jornada son muchos: mejor calidad de vida para el trabajador, más ocio, conciliación personal y familiar, proyectos de pequeño emprendimiento y crecimiento del empleo gracias a la contratación de trabajadores para cubrir las horas que queden disponibles”.
Una encuesta reveló que el 77 % de los trabajadores ve un claro vínculo entre una jornada de cuatro días y una mejor calidad de vida
Una encuesta llevada a cabo bajo el título Four better o four worse? y realizada a más de dos mil empleados y 500 empresarios ingleses, reveló que el 77 % de los participantes veía un vínculo claro entre una jornada de cuatro días y una mejor calidad de vida.
Además, en las compañías inglesas que se habían animado a trabajar cuatro días a la semana un 64 % de los jefes consideró que tanto la productividad como la calidad del trabajo habían experimentado un incremento.
No obstante, la moneda siempre tiene dos caras y un 45 % de los empleados encuestados afirmó que sentía preocupación porque pasar menos tiempo en el trabajo podría hacer pensar a los compañeros que eran perezosos.
Pero, ¿sería posible que en España pudiéramos trabajar cuatro días a la semana? Solo “si los representantes de los trabajadores (sindicatos, comités de empresa) y los empresarios (patronales y grandes empresas) negocian el acuerdo de rebajar la jornada laboral establecida por ley”, según ha explicado Antonio Fernández García.
El profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC añade que “en España no hay voluntad de hacerlo porque ahora mismo la normativa es muy flexible, el impacto podría ser bajo y los empresarios prefieren contratar a un trabajador cuarenta horas que a dos veinte horas.
España es un país muy dedicado al sector de los servicios, hay un alto nivel de presentismo en el lugar de trabajo (bares, hoteles, comercios, etc.), tiene niveles elevados de economía sumergida y trabajadores con una parte del salario vinculada a objetivos para cuyo cumplimiento se ven obligados a sobrepasar la jornada ordinaria”.
A pesar de que las leyes y acuerdos colectivos entre trabajadores y empresarios han ido reduciendo la jornada laboral y aportando una mayor flexibilidad a los empleados, todavía no existe la opción de trabajar cuatro días a la semana en España.
Además, las nuevas tecnologías, aunque pueden facilitar mucho la vida, también han alargado la jornada laboral.
Así lo ha explicado Fernández García al dejar de manifiesto que ”la tecnología siempre ha permitido alargar la jornada y aumentar la producción; en este sentido, las TIC no son una excepción, permiten que determinados empleados puedan trabajar fuera del puesto de trabajo y ser localizados para hacerles consultas o para encargarles más trabajo”.
Aunque trabajar cuatro días a la semana puede mejorar la productividad y la calidad de vida de los empleados, el auge de las nuevas tecnologías y los convenios existentes a día de hoy en el territorio español abogan por una jornada de al menos cinco días de trabajo semanales.
Recuerda que a través de este blog también encontrarás trucos, herramientas y consejos para trabajar desde casa.