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Reformar la oficina o hacer obras en el hogar es ahora más sencillo que nunca gracias a Plan Reforma, la primera comunidad 3.0 de arquitectos e interioristas que tiene como objetivo poner en contacto a particulares, arquitectos y expertos en diseño de interiores.
Las personas interesadas en realizar una obra o reforma tienen la oportunidad de encontrar, a través de la plataforma, a profesionales titulados de un modo práctico, ágil y sencillo utilizando el poder de la red.
Estas cualidades han hecho posible que, a día de hoy, Plan Reforma ya cuente con más de 6.000 profesionales inscritos y que la web haya tenido más de tres millones de páginas vistas a lo largo de este año 2015.
Unos datos muy favorables que se unen a un total de 3.000 cálculos mensuales y a una plantilla formada por siete profesionales de la arquitectura y el diseño de interiores que, con su labor, han conseguido un crecimiento anual de un 300 %.
En esta ocasión hemos tenido el placer de conocer a fondo todos los entresijos de este novedoso proyecto español al entrevistar a Laura Núñez, emprendedora y CEO de Plan Reforma.
¿Qué te llamó la atención de iniciarte como emprendedora? ¿Naciste o te hiciste emprendedora?
Soy una persona inconformista, así que siempre, cuando he visto que algo podía resolverse de una forma más óptima, he intentado buscar una solución. En mi caso, siendo arquitecta, me encontraba siempre con los mismos problemas.
El sector de la construcción es un sector muy off-line –incluso todavía- que no tiene resuelta la transversalidad del canal de una obra (cliente-profesionales-distribuidores-marcas). Para cada uno de ellos hay problemas que pueden solucionarse de forma más optimizada a través del canal on-line, y eso es lo que solucionamos desde Plan Reforma.
¿Crees que viven mejor los emprendedores?
Los emprendedores vivimos en una montaña rusa de emociones, para bien y para mal. Saber gestionar estas emociones es crucial. Creo que lo más importante es tener claro cuál es tu meta y por qué lo haces y mantener esa motivación, perseverar.
Arrancar un proyecto es relativamente fácil; no tirar la toalla al primer altibajo es más difícil.
En mi caso, el hecho de poder estar en continua evolución profesionalmente, poniéndome nuevos retos, aprendiendo cada día y pudiendo implementar nuevas fórmulas me parece más motivador.
¿Si hubieras podido, habrías empezado antes como emprendedora?
No creo demasiado en arrepentirse o mirar hacia atrás, más que para analizar, entender en qué te has equivocado, aprender y seguir hacia adelante. Creo que empecé cuando vi una oportunidad y tenía ganas de hacerlo.
¿Qué es lo que más valoras de tu nueva vida como emprendedora?
La independencia y capacidad de ejecutar nuevas ideas; aprender cada día. Tener un equipo comprometido, ilusionado y alineado con las metas de nuestro proyecto. Crecer, en todos los aspectos.
¿Qué le recomendarías a alguien que se está planteando empezar a emprender?
En primer lugar, entender que una idea no es un negocio. Hay que saber quiénes serán tus clientes, cómo llegarás a ellos y qué costes –directos e indirectos- tendrás. Entender este punto de abajo arriba –y no de arriba abajo, como suele hacerse- es crucial.
En segundo lugar, rodearse de personas que complementen tus conocimientos y que sepan qué es esto de emprender.
Y, finalmente, no desanimarse a la primera de cambio, pero, al mismo tiempo, aprender a detectar rápidamente cuando algo no funciona y tener la capacidad –y no tener miedo- de cambiar o pivotar el modelo o, incluso, de cerrar.