Es a lo largo de la formación o la experiencia de niño y adolescente cuando se configura una tipología de carácter que puede ser más afín a una cultura emprendedora que a otra, como inquietud, aversión al riesgo, ganas de hacer cosas diferentes…
Esas cualidades evidentemente tienen un proceso de aprendizaje. En general, creo que nadie nace nada, todos se hacen algo.
¿Crees que viven mejor los emprendedores?
Lo de vivir mejor o peor es muy subjetivo. El emprendedor es feliz porque hace lo que quiere, lo que le gusta. Es difícil que un emprendedor se encuentre plenamente realizado haciendo algo que no sea emprender.
¿Si hubieras podido, habrías empezado antes como emprendedor?
No. Empecé justo después de terminar mis estudios superiores. Hay quienes empiezan mucho antes, pero creo que es importante tener un mínimo de formación.
Es más, hubiera preferido haber empezado más tarde y haber tenido más experiencia laboral por cuenta ajena. Creo que tener más experiencia por cuenta ajena te ayuda a ser mejor emprendedor.
¿Qué es lo que más valoras de tu vida como Emprendedor?
Lo que más me reconforta es lo que el propio concepto de emprender implica: ser capaz de iniciar y crear cosas que generan riqueza, empleo, productos y servicios por los que alguien está dispuesto a pagar.
¿Qué le recomendarías a alguien que se está planteando empezar a Emprender?
Le recomendaría que no lo haga porque no queda otra cosa. Emprender es complicado, duro, arriesgado y si no lo tiene muy claro, si no tiene las aptitudes adecuadas, lo más probable es que le salga mal.
No es bueno que se vea abocado porque no le queda más remedio y se tire a la piscina, porque probablemente esa piscina no tenga agua y el impacto sea muy gordo.
Si es resultado de un proceso reflexivo, lo animaría a emprender. La aventura es totalmente excepcional y es difícil encontrar algo que enseñe más.
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