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En la actualidad ya son más de 200.000 los falsos autónomos que desarrollan su actividad en el territorio español bajo esta figura, según datos proporcionados por la unión de autónomos UATAE.
Pero, ¿qué es en realidad un falso autónomo? ¿En qué sectores suele estar más presente? ¿A qué sanciones se enfrentan las compañías que recurren a él?
El equipo de Easyoffer, un marketplace que pone en contacto a clientes con abogados, ha dado respuesta a estas preguntas al poder contar con la colaboración de Alicia Carrascal, de Asesoría Laboral Evaly, y de Laura Zamora.
¿Qué son los falsos autónomos?
Podemos definir al falso autónomo como aquella persona que trabaja para otros pero dada de alta como autónoma para que el empresario se pueda ahorrar el coste social, que puede alcanzar los 450 euros por los empelados que trabajan a tiempo completo.
Esta acción no es legal debido a que existen unas condiciones propias de las personas que trabajan por cuenta ajena. Así lo ha afirmado Alicia Carrascal, colaboradora de Easyoffer, al explicar que “si tú eres autónomo no recibes órdenes, te gestionas tu propio trabajo y tus horarios. El falso autónomo no, ya que tiene un horario fijo y está bajo las órdenes de otra persona”.
A pesar de que la hostelería y el transporte siempre han sido los sectores más afectados por los falsos autónomos, el auge de las startups ha extendido esta figura, en especial entre aquellas entidades que no disponen de la solvencia suficiente para asumir los costes de un trabajador.
Cabe destacar, asimismo, que, aunque el falso autónomo no es nuevo, sí lo es una novedosa forma de facturar para estos trabajadores. Consiste en hacerlo a través de una cooperativa.
Este sistema lleva al profesional a darse de alta como cooperativista en una organización que aglutina trabajadores de muy diversa índole y que presta un servicio para un empresario.
Sobre este aspecto Laura Zamora, colaboradora de Easyoffer, ha señalado que “se ha aprovechado una laguna legal en la que entra también el fraude del propio autónomo. Si haces un trabajo de freelance, por puntual que sea, lo normal es estar dado de alta en el Régimen de Autónomos, pero siempre existen dudas sobre su obligatoriedad cuando no se llega al salario mínimo interprofesional anual, pues hay alguna sentencia del Tribunal Supremo al respecto que establece la no obligatoriedad del alta en estos supuestos.
Siempre es un riesgo el no estar dado de alta en Autónomos y ejercer una actividad por cuenta propia, aunque sea de forma puntual, hasta que se contemple esa excepción de forma inequívoca en la regulación del trabajo autónomo”.
Si nos centramos en las sanciones, es importante destacar que el empresario se enfrenta a una multa que va de los 3.000 a los 10.000 euros y a la que hay que añadir la exigencia de abonar las cuotas de la Seguridad Social por ese trabajador con carácter retroactivo.
El falso autónomo, por su parte, no suele recibir ningún tipo de sanción, aunque es fundamental que denuncie esta situación si una compañía decide trabajar con él recurriendo a esta vía.
Puedes obtener más información sobre los trabajadores por cuenta propia a través del post en el que te hablamos sobre 5 formas de financiación para autónomos y emprendedores.