En el mundo digital ha surgido una nueva raza de emprendedores, capaces de rentabilizar el entorno permanentemente activo. Estos emprendedores han crecido siendo parte de una generación conectada, lo que se percibe en el modo en que nacen las start-ups y en cómo operan.
Para ellos, usar la tecnología no es algo forzado, se trata más bien de un elemento completamente integrado en todos los aspectos de sus vidas.
Por ese motivo, es completamente normal que las start-ups de este tipo de emprendedores sean digitales desde el inicio. Esto significa que necesitan disponer de acceso permanente a los datos.
Los datos se han convertido en los cimientos sólidos sobre los que se construye el negocio. Es lógico que las empresas, ya sean start-ups o multinacionales ya establecidas en el mercado, necesiten estar seguras de que cuentan con algún tipo de estrategia de disponibilidad o de continuidad. Si se pierden datos, el impacto que esto tendría podría ser abrumador, paralizando todas las operaciones.
Por naturaleza, los emprendedores son más dinámicos que las grandes empresas. La ventaja de ser flexible en términos de soluciones móviles y acceso a datos desde cualquier ubicación utilizando cualquier tipo de dispositivo supone que una start-up puede aceptar y adoptar distintos modos de hacer las cosas de una forma más rápida que las empresas tradicionales.
Sin embargo, incluso en este supuesto, se necesita una concienciación sobre la importancia que tienen los datos para el emprendedor.
Por suerte, debido a la tendencia de los últimos años por la que la tecnología que se lanza suele estar orientada al consumidor, hemos visto que los emprendedores están mejor informados sobre el impacto que los datos tienen en todos los aspectos de sus vidas. Tanto cuando está en casa como cuando está haciendo negocios, los datos y los análisis asociados a menudo proporcionan al emprendedor una ventaja competitiva.
También se ha visto menos interés en los bits y bytes de la tecnología y se ha prestado más atención a las soluciones que sencillamente funcionan.
Con frecuencia, esto significa que no preocupa en exceso dónde se alberga el data center. En lugar de eso, la atención se centra en ser capaz de acceder a la información de inmediato, para tomar decisiones en tiempo real sobre ventas, estrategia de negocio y otros componentes dinámicos de la empresa.
El entorno permanentemente activo ha creado un emprendedor digital que no tiene paciencia para soportar tiempos de inactividad o pérdidas de datos.
Y en el caso de una crisis, el tiempo para volver al desarrollo normal de la actividad empresarial adquiere un nuevo nivel de importancia. La velocidad y el plazo de lanzamiento al mercado son factores que impulsan a los emprendedores.
La regla del 3-2-1 del backup (tres copias en dos tipos diferentes de medios, uno de los cuales debe ser offsite) es una metodología basada en la protección de los datos del negocio, sin obligar a una start-up a que utilice una tecnología específica. De tal modo que, independientemente de la plataforma que usen, siempre puedan disponer de acceso a la información.
Si estos pasos básicos se llevan a cabo y se implantan de manera correcta, la mayoría de los empresarios quedarán protegidos contra el riesgo de pérdida de datos y sus negocios no se verán paralizados.
Se convierten en administradores de sus datos y evolucionan hasta convertirse en los responsables de la toma de decisiones que controlan la continuidad de las operaciones de su propio negocio de un modo muy rentable.
En último término, el tema de los datos del emprendedor es la clave del papel que desempeña el data center actual que incorpora cloud, virtualización y otras tecnologías innovadoras de almacenamiento.
Disponer de un mecanismo de entrega que ofrezca acceso a datos las 24 horas del día, los siete días de la semana, capaz de gestionar el crecimiento, es la clave para distinguir cuándo un emprendedor está bien preparado para el mundo digital de los negocios.
Este artículo ha sido escrito por Alexis de Pablos, director técnico de Veeam Software Iberia.