Ahora que empieza el verano, muchos se prestan a organizarse las vacaciones. Los que han tenido un gran año y encaran el futuro con optimismo, es decir, los emprendedores, se irán cada uno a su paraíso. Porque todos los emprendedores disponen de «su lugar mágico». Los que contemplan su vida como una crisis permanente, ven la botella siempre medio vacía, se manifiestan negativamente en casi todo, y los que sufren porque no ven el futuro de forma clara, estos no se irán de vacaciones. A lo mejor se van (a casa de un familiar) pero no descansarán. Su pesimismo y carácter negativo les lleva a no disfrutar el momento. Y he aquí la vida de Dimistris, en la pequeña pero linda Lefkada, isla de Grecia en el Mar Jónico.
La isla de Lefkada pasa desapercibida en los paquetes turísticos de agencias y mayoristas de viaje. Menos mal. Las que se conocen entre las islas griegas son Santorini, Mikonos, Milos, Paros, Siros, etc. Todas ellas forman parte de las islas Cícladas en medio del mar Egeo.
En la otra parte de Grecia, se encuentra el mar Jónico y la isla que destaca son Corfú. Los cruceros llegan a todas estas islas con el consiguiente desembarco por mar de miles de cruceristas americanos y europeos que arrasan con sus dólares con todo lo que se les pone por delante. Estas islas también disponen de aeropuerto con lo que las aerolíneas «low cost» llevan a miles de turistas cada año con todo lo que consella.
Lefkada se encuentra en el mar Jónico. Se puede llegar por carretera a través de un puente encantador que te lleva a un mundo mágico que nunca olvidarás. Y la mejor forma es alquilar un coche para llegar a ella y saborear todos sus rincones, no sin antes recorrer algún pueblo pesquero de alrededor de la isla.
Es como transportarte a la costa brava de los años 30. Los pueblos de pescadores, las playas, y sus gentes invitan al foráneo que llega a disfrutar de esta isla preciosa que te hace vivir lo que nuestros antepasados vivieron con las islas baleares, allá en los años 50. ¿No te gustaría poder vivir dichas sensaciones?
No te contamos más ya que parte del encanto del viaje a la isla es descubrirla por uno mismo. Puedes llegar sin hotel pues lo suyo es contratar allí mismo las numerosas habitaciones que se alquilan. No hay casi turistas. Solo turismo nacional griego. Y la mejor época de llegar a la isla es abril, mayo, junio, setiembre y octubre. Si vas, no lo cuentes mucho para así poder preservar este magnífico lugar a solo unas horas de aquí.
Dimistris vive en el pueblo de Nidri. Posiblemente el más feo de todos pero dispone del encanto de poder alquilar barquitas que te llevan por las islas justo enfrente del pueblo. Su negocio y su vida es el alquiler de barcas que te llevan a otro paraíso dentro de la hermosura que es toda la isla. Llegas a playas vírgenes, desiertas y con unas aguas cristalinas que te invitan a saborear el entorno, las aguas y a tu pareja.
Dice la leyenda que cuando uno llega a una de estas playas, tienes que disfrutarla hasta que llega la siguiente barquita para que pueda ella también deleitarse en la soledad y harmonía de los visitantes con su playa. Es un acto de genorosidad. Te vas entonces a buscar la siguiente playa.
Dimitris es artista en invierno y trabaja como artesano la plata. Además es instructor de deportes de aventura. Es además una grandísima persona que si vas a Lefkada, no dejes de tomarte un frapé con él y su esposa.
