La Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) se está incorporando rápidamente al mundo empresarial. Según McKinsey, el 73% de los empleados ya la utilizan de alguna forma, pero solo el 24% de las empresas cuentan con una estrategia de gobernanza formal. Este desequilibrio genera oportunidades, pero también riesgos significativos, desde incumplimientos legales y regulatorios hasta daños a la reputación. ALTEN, líder mundial en Ingeniería y Servicios TI, cree que la IA debe industrializarse de forma responsable.
A través de su programa global de IA, el Grupo ALTEN apoya a sus clientes para convertir la GenAI en una herramienta práctica, gobernada y segura, en lugar de un experimento sin control. ALTEN, grupo internacional de consultoría tecnológica e ingeniería, advierte que muchas empresas están adoptando esta tecnología con entusiasmo sin una hoja de ruta clara ni estructuras de control adecuadas.
“La IA Generativa puede mejorar la productividad, optimizar procesos y generar nuevas oportunidades de negocio, pero también puede amplificar sesgos, generar desinformación o incumplir la normativa si no se gestiona con rigor”, explica Alfredo Sanz, director general de IT de ALTEN Spain. Para ALTEN, la gobernanza de la IA ya no es una opción, sino una necesidad estratégica, especialmente tras la aprobación de la Ley Europea de IA, que establece obligaciones específicas en función del nivel de riesgo de los sistemas implementados.
GenAI: la creatividad sin supervisión es una receta para el caos
GenAI no solo genera texto, imágenes o vídeos, sino que también transforma la experiencia del cliente, acelera la investigación y el desarrollo de nuevos productos y abre oportunidades sin precedentes. Sin embargo, como cualquier herramienta potente, también conlleva riesgos.
“La IA generativa ofrece oportunidades extraordinarias, desde acelerar la investigación hasta mejorar las interacciones con los clientes. Pero la creatividad sin supervisión es una receta para el caos. Lo que importa ahora es la industrialización: integrar la IA en procesos explicables, gobernados y alineados con los objetivos de negocio”, explica Gualtiero Bazzana, vicepresidente ejecutivo y director de Inteligencia Artificial del Grupo ALTEN.
Para ayudar a las organizaciones a adoptar la IA de forma segura y eficaz, ALTEN ha desarrollado un enfoque que combina experiencia técnica, gobernanza y conocimiento del sector:
• Adopción controlada: alineamiento con la Ley de IA de la UE, uso ético de datos, certificación ISO 42000 en curso.
• Personal cualificado: más de 20.000 ingenieros formados en ingeniería rápida y más de 5.000 expertos en datos e IA.
• Resultados basados en la evidencia: aumentos de productividad medidos en proyectos reales, incluyendo un +37% en la generación de pruebas, un +35% en la atención al cliente, un +32% en la gestión del conocimiento y un +25% en el desarrollo de software.
• Aceleradores prácticos: herramientas preconfiguradas como ARIA (generación de pruebas) o PRISM (búsqueda de conocimiento basada en IA) utilizadas en entornos de cliente.
• Colaboraciones de confianza: colaboraciones con socios de renombre como Mistral AI, para respaldar la implementación segura de soluciones multi-LLM en sectores sensibles y regulados.
“La intención puede ser buena y el potencial enorme. Pero sin control, el riesgo de ‘envenenamiento’ para la empresa, su reputación o incluso desde un punto de vista legal, es real y creciente”, señala Alfredo Sanz.
Gobernanza: una necesidad, no una opción
ALTEN destaca que la adopción de la IA debe abordarse en tres dimensiones:
• Ética: garantizar la equidad, la transparencia y el cumplimiento del RGPD y la Ley de IA.
• Técnica: implementar plataformas que monitoricen, validen y controlen los modelos a lo largo de su ciclo de vida.
• Organizativa: implementar comités, políticas claras y formación continua para todos los empleados.
Con más de 300 proyectos con IA ya en producción y una red global de 18 Centros de Excelencia, ALTEN se posiciona como socio para las empresas que buscan el delicado equilibrio entre innovación y regulación.
Con la entrada en vigor de la Ley Europea de IA, el mensaje de ALTEN es claro: el futuro de la IA pertenecerá a quienes puedan innovar sin perder de vista la ética, la regulación y la confianza, los cimientos de una adopción duradera.