Una empresa sin jefes, pero con líderes (2)


Sin jefes 2

Continuación del último artículo.

Aquella conferencia tuvo unos resultados espectaculares en cuanto a la reflexión que hicieron todos, desde la dirección general hasta los directivos medios y resto de trabajadores. La empresa necesitaba un cambio de actitud, de objetivos, de proceder. Se había aburguesado, con poca acción y mucha planificación de acciones que pocas veces se cumplían.

En su anterior etapa, las reuniones se multiplicaban y habían llegado a ser una medida de valor para los directivos. A cuantas más reuniones, mejor era uno valorado ya que implicaba que su presencia era necesaria en muchos frentes abiertos de la empresa.

Lo curioso era que los directivos de la empresa estaban muy ocupados de puertas hacia dentro, pero no salían al exterior. Y menos a vender. Eso era tarea de los comerciales que cada vez habían menos. La pirámide se había invertido. Muchos jefes y pocos trabajadores.

De la reflexión de aquella conferencia se tomó una decisión. Crearían una empresa sin jefes. Lo único que quedaría de la estructura anterior era el Líder que era el anterior Director General. Éste empezó con dar ejemplo. A partir de ahora buscaría generar impactos directos en las ventas. Perseguiría alianzas, acuerdos de distribución, desarrollaría el negocio a gran escala.

Por debajo de él, todos tendrían que generar ventas. No habría excusas. Incluso los departamentos como el de Recursos Humanos o el departamento Legal tendrían que tener un impacto económico en sus actuaciones. Buscarían comprar más barato todos aquellos servicios que subcontrataban.

Ya no había reuniones para hablar de no se qué. Se eliminaron los procesos y circuitos de información poco o nada productivos. Se delegó en todos para que cada uno decidiese por si mismo.

Hoy la empresa está en una situación mejor que la de sus competidores. No ha tenido que hacer ningún ajuste de personal. Todos son necesarios porque aportan, porque suman.


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