Te levantas por la mañana y pones la radio. Quieres escuchar las noticias, lo que pasa en el mundo y lo que escuchas, una tras otra, son las noticias sobre casos de corrupción en España.
Este caso, el otro, el de más allá, etc, etc, etc. Uno tras otro, sin pausa.
Son muchos, muchísimos, tantos como casi 6.000 desde el año 2001. Y estás harto, cabreado, mucho.
La crisis económica que ha seguido a la crisis financiera está siendo demoledora y muy, muy larga. Hay muchísimas personas sin trabajo y aquellos que sí disponen de un empleo, a menudo es en condiciones precarias y sueldos muy bajos.
Y por encima de todo esto, una sensación de impotencia, de que “ellos” controlan todo esto en su beneficio y que no hay nada que hacer, de que las reglas de “su juego” las ponen ellos y, o juegas, o te quedas fuera.
Sin embargo, hay una cosa que jamás podrán quitarte: tu libertad. Tu libertad para emprender, tu libertad para decidir sobre tu vida y ser dueño de tu propio destino. Porque nadie puede venir a decirte que no puedes poner en marcha tu propio proyecto. ¡Nadie!
Encontrarás dificultades, cierto, obstáculos administrativos y financieros que tendrás que abordar, pero no hay barrera que la ilusión y la determinación no puedan superar, no la hay! Si confías en ti y en tu proyecto, saldrás adelante con lo que te propongas.
Y no lo olvides, si la idea es buena el dinero aparece.